martes, septiembre 19, 2006

Los Cossío

Es el apellido de los ascendientes de Ana María Arias de Cossío por parte de madre.
Hace unos días, Ana Mari nos invitó a la inauguración de la exposición de cuadros de Mariano de Cossío, su abuelo, un magnífico pintor vanguardista del primer tercio del siglo pasado pero muy poco conocido hasta ahora. La exposición fue en el Torreón de Lozoya, un bonito palacio que perteneció al marqués de Lozoya. Las comisarias (que nombre más feo para un trabajo tan bonito) de la exposición, Ana Mari y su compañera de despacho nos deleitaron en la presentación con anécdotas familiares y una rápida descripción de los cuadros expuestos entre los que había algunos de la madre de Ana Mari. El acto fue emotivo e interesante.
Como consecuencia de este evento me vino a la memoria otro Cossío (es una familia de intelectuales), Manuel B. Cossío, autor de un magnífico libro sobre el Greco, en el que en la descripción del cuadro "El entierro del conde de Orgaz" describe de esta forma el carácter de los castellanos que aparecen pintados (transcribo literalmente) “…hombres cetrinos, enjutos y angulosos; secos y duros de cuerpo y de espíritu, como las áridas llanuras y las tierras graníticas en las que viven; más intelectuales e imaginativos, más agudos e ingeniosos que accesibles a la razón y el sentimiento; de nobles y dignas maneras, de aspecto contemplativo e indiferente; exagerados, ampulosos y retorcidos en el pensar y el decir; impulsivos y violentos en el hacer, como la marcha torrencial de sus ríos; concentrados en el reposo; agrios y descompuestos en la expresión y el movimiento; y por sello dominante, con un fondo de humorista tristeza, ahogada intencional y pasajeramente en bulliciosa, a veces desenfrenada alegría, originaria más de representación fantaseadora que de verdadero goce y de ingenuo abandono…Semblantes pálidos de tez morena, con ligerísima y fría transparencia carminosa; cuerpos descarnados, ademanes recogidos; expresiones sobrias; dignos continentes; ojos negros, punzantes, adonde asoma un espíritu agresivo, propenso a dispararse con violencia…”
¡Fantástica descripción! ¿Verdad? ¡Qué buen escritor! ¿Conocería a nuestros antepasados de Segovia, Palencia y Valladolid? Porque así es como, al menos yo, me imagino a Juan Arias Torres, a Indalecio Ramos Segade y a Juan Manuel Arias Gómez. ¡Ojala! fuéramos nosotros herederos de todas estas sus virtudes.